El arcano Secreto de la sangre

ROE

El espíritu de Dios está en la sangre (génesis 9.4)

Extraído “El cuerpo de gloria y la magia del poder»…El secreto del Mar Rojo Autor: Anónimo

En la Biblia, en varios puntos, existe la explícita prohibición de nutrirse con la sangre, así como de animales de los cuales primero no se les haya extraído.

Esta prohibición, verdadero y propio mandamiento, es explícita en el versículo arriba señalado, el cual revela que en la sangre “esta la vida de la carne” o aquello que nos ata, al mundo de la conciencia corpórea, de las formas materiales, de los instintos y de las pasiones.

Aquel o aquella que hubiese tenido contacto con la sangre, fuese, incluso la propia eran considerado impuro por un determinado periodo de tiempo: Esto es, por el tiempo en el cual está sangre podía ejercitar su influencia.

¡Porque el credo hebraico, miraba a alejar al hombre de este mundo! es claro el porqué de esta prohibición.

La misma palabra Adán significaría Dios (Elohim) en la sangre (Dam)

Al contrario los pueblos politeístas, que no quería absolutamente alejarse de este mundo material mantenían con la sangre una relación estrechísima.

La relación de la sangre ha aparecido en todas las épocas como aquella más inviolable e insoluble.

Para reproducir o consolidar, esta unión de sangre, los hombres han profuso todos sus esfuerzos en la consanguinidad artificial, en ausencia de aquella natural, la han visto como una relación indisoluble.

¿Pero dónde encuentra la prueba de ello? En las pasiones, en el testimonio de la vida y en la energía conciencia de nosotros mismos. Ahora la sangre ha servido al Instinto pasional, así bien como al más cruel juramento de venganza, la más dulce promesa de amistad o de amor, han frecuentemente, tenido la sangre como testimonio del objeto entre ellos.

No es por casualidad que la Iglesia prohíbe a los altos sacerdotes de participar en actividades como la caza u oficios como la cirugía que eran puestos por su naturaleza en presencia de las efusiones de la sangre.

En los conventos era común la práctica de las “mini-puniciones” es decir de desangrarse por autoridad de parte de lo superior y que a veces podría degenerar en verdaderas prácticas punitivas (como eran los casos del ejército romano) en el cual se debían someterse regularmente todos los religiosos y las religiosas para “purgarse-purificarse” de las pasiones, aunque si esta práctica ciertamente era ausente de funcionar como práctica mágica era, nutrimiento de un Egregor particular. *

Por lo tanto, el digerir o absorber sangre significaba fortalecer los lazos que atan al hombre a la tierra y a la vida, haciéndolo participar en cierta medida, de la misma fuerza telúrica-magnética.

Entre otras cosas esta científicamente establecido, que la sangre se mantiene «viva» durante seis horas después de la muerte del individuo. (Primum Vivens et ultimum moriens). No es ninguna coincidencia que en la Edad Media existía la práctica de la trepanación, una «Prueba» que consistía en descubrir la identidad de un asesino gracia a la sangre de la víctima: si se ponía el primero en presencia del cuerpo asesinado, este comenzaba a perder copiosamente sangre, acusando así a aquel que lo había privado de la vida.

En el Génesis, Dios reprende a Caín…«la voz de la sangre de tu hermano me ha llamado desde la Tierra «– y no por cierto, del cielo!»

Y acaso no se ha pretendido actuar sobre las personas a gran distancia, siempre y cuando se pudiese conseguir un poco de su sangre”

Los «polvos simpáticos» han encontrado aquí su fundamento. Aquella del Caballero Digby, tenía una reputación a la alteza de sus maravillas: Un paño empapado en la sangre del paciente y esparcida con este polvo, le hacía sentir un gran frío si el tejido era expuesto al hielo y un intenso calor, si se acercaba a una chimenea encendida.

En Inglaterra, este bendito polvo hacia girar todas las cabezas: personas de alto linaje, participaron en la experiencia, y la simpatía de la sangre parece, debía tomar el puesto de la ciencia, ¿Por qué? de hecho, un enfermo, lejos de su médico, puede enviar por correo un comprimido empapado en su propia sangre, como he mencionado, en sustitución de sí mismo. Así como se hace con la orina. Y Bien, el médico esparcía sobre la sangre, la medicina apropiad, así como lo hubiera hecho, sobre el enfermo, si hubiese estado presente. La simpatía de la sangre operaba, el milagro de la sanación.

En el lenguaje Romano sangre (Sanguis) es prácticamente idéntico a la raíz (Anguis) serpiente, el animal que más está ligado a la tierra, por su rastreo, y su magnetismo, y por la fijeza de su mirada. Más en lo particular los antiguos asociaban la serpiente a la fuerza sexual masculina del falo en erección, exteriorizada por el abundante aflujo de sangre. **

En esto, la serpiente ha estado a menudo asociada al árbol, representado en espiral alrededor del tronco, queriendo indicar, la asociación de ideas entre el falo (Árbol) y la fuerza de erección (serpiente). Además, la serpiente en acción levanta la cabeza y parte del cuerpo, asumiendo la posición erecta.

* «Esta práctica llegó a ser tan extrema • en algunos conventos, que San Luis se vio obligado a imponer leyes a los religiosos del Hotel-Dieu de Pontoise, en base a que no era permitió desvenarse, más de cinco veces al año: en Navidad, en Cuaresma, en Pascua, agosto y todos los santos **»

Una serpiente enrollada al lingam [Falo] de Shiva y toca con la lengua el orificio «(A. Daniélou: Shiva y Dionisos”

El poder vitalizarte de la sangre ha estado a menudo representado en la figura de dragón o de la serpiente alada, capaz de separarse de la tierra (es decir, de proyectar la fuerza telúrica), el protagonista de tantas historias mágico-iniciáticas, de características alarmantes – para evidenciar- el terrible poder – y al mismo tiempo portadora de buena fortuna – por los poderes que se adquieren una vez dominada esta fuerza.

Sin embargo, la sangre es también la sede de un alma inteligente, a pesar de aquellos que consideran este ente, en forma, poli-partita estando de acuerdo con el testimonio literario de Séneca, que en su tragedia da a la sangre, justamente, este significado.

Desde el punto de vista de la Hechicería, el problema es saber cómo utilizar la fuerza que encierra la sangre. En primer lugar, ¿qué características posee este poder?

Podemos definir la sangre como la sede del alma sensible, es decir, la central que gobierna el mundo de las pasiones, sentimientos e instintos.

A través del control y la manipulación, el brujo adquiere el poder de gestionar estas tres facultades.

Por tanto, puede hacer surgir, en una persona los sentimientos, pasiones e instintos, también pueden potenciar, los propios, y sobrepasar las defensas de la víctima elegida y por supuesto, también puede ser víctima él mismo de tales pasiones anormalmente despertadas, suscitadas, quedando obsesionado, locos o alucinado.

Puede, por último, utilizar el arcano de la sangre humana para crearse un «cuerpo de gloria» con el cual, vencer a la muerte y transmigrar en otro cuerpo.

La tradición popular, en sus frases, idiomáticas, conserva, las pistas, de este conocimiento, oculto.

Cuando un amante dice al amado: «te llevo en mi sangre», o «me hierve la Sangre» o su equivalente “Me enciende fuego en las venas” o “me quemo de pasión «, se transmite el recuerdo, la memoria de algo ya no comprendido, de la irradiación electro-magnético que la persona amada, produce en el sujeto, a través de la sangre, o para ser más exactos, a través de su componente etérea fluídica.

La sangre es, de hecho, algo más grande de aquello que materialmente, parece a la vista. Cuando esta, es activa, es decir está caliente, tiene la propiedad de expandirse, evaporarse de manera imperceptible – se “Eterifica” – a través de las partes del organismo humano, llegando incluso a una distancia relativa.

Esta eterificación se produce principalmente a través de los pulmones, con el aire que transmite esa sangre, sino también, a través de la sudoración, la mirada, la palabra, etc.

Basado en la relación de fuerzas, interpersonal, es decir, las distintas correspondencias entre la polaridad electro- magnético de la persona, este fluido puede trasvasarse y arraigarse de modo espontánea en otro individuo.

El arte de la brujería se produce, sin embargo, cuando a pesar del equilibrio natural «osmótico» entre personas, se fuerzan las cosas obligando a alguien a recibir una cantidad de sangre eterificada- que llamaremos Pneuma – previamente polarizado o cargado con una pasión, un instinto o un deseo.

La sangre tiene una gran capacidad receptiva y fijativa–No por casualidad es rica de hierro, Tiene sabor ferroso.

Y este mineral, es extremadamente atractivo y magnético – hasta tal punto que es capaz de llevar el proceso inverso a su eterificación, es decir, puede corporificarse o arraigarse en otros cuerpos.

En un sentido más amplio, eso puede englobar, más allá de los instintos y las pasiones, también a la conciencia humana, cubrirla con un aparato psíquico y encarnarla sucesivamente en otro cuerpo.

Es esta la magia de la transmigración, que permite al mago-hechicero sobrevivir a la muerte. Esto recuerda el procedimiento alquímico “solve et coagula”.

¡Ahora!, si nosotros imaginamos de querer hacer lo contrario del precepto bíblico que prohíbe la consumación de sangre. Deducimos, que vamos a potenciar en nosotros, aquellas características que la sangre vincula.

Por lo tanto, se ha considerado, que, si pudiéramos obtener de la sangre, lo que podemos definir sus sales esenciales, es decir, sus principios activos, se podría actuar como si tuviéramos a disposición la sangre verdadera y propia, que de hecho no es posible absorber en la cantidad necesaria, por vía natural, porque se trata de un emético, que provoca el vómito.

©Traducido por Roe (2013 – 2021- todos los derechos reservados)Para: www.circulodorado.com

Se ha realizado la traducción, alterando, mínimamente la obra original.