EL SIGNIFICADO DE «LA GRAN OBRA” EN LA HISTORIA 1ª parte

Gran Obra Opus Magnum

Valentin Basileus

© Valentin Basileus (2015- Todos los derechos reservados)
Para: www.circulodorado.com

 

INTRODUCCION

El término “Gran Obra” u “Opus Magnum”, es bien conocido en los círculos esotéricos. Todo esoterista que se precie ha leído y meditado sobre el mismo; ya que forma parte del curriculum de muchas órdenes, siendo ampliamente conocido el ritual de “Consagración a la Gran Obra” o el juramento de cumplimiento de la misma.

Sin embargo lo que este familiar término significa es algo que curiosamente no está definido con claridad.

Si buscamos lo que se ha escrito sobre ello, resulta bastante sorprendente comprobar, sin necesidad de ningún análisis semántico, que diferentes escuelas tiene distintas ideas al respecto. Y si retrocedemos al pasado buscando su significado y los orígenes del término, éstos se vuelven cada vez más oscuros.

Dado que el tema me parece interesante y poco investigado, me decidí a hacer un estudio sobre los conceptos asociados a la Gran Obra a lo largo de la historia, con la intención de elucidar no solo lo que otros dicen sobre él, sino también de crear mi propia visión personal sobre el mismo.

MÉTODO

Se ha hecho una revisión de la literatura disponible a fin de comprender el significado teórico del término “Gran Obra”, así como sus implicaciones y variaciones a lo largo del tiempo.

En épocas anteriores al siglo XV la literatura se distribuía como copias manuscritas que pasaban de mano en mano e iban desvirtuándose con el tiempo, ya que con frecuencia se introducían errores o cambios, voluntarios o no, por parte de los copistas durante la reproducción de las mismas.

Para saber lo que se decía originalmente sobre el tema, es necesario acudir a las obras de origen, intentando evitar en lo posible el típico “se dice que otros dijeron” que es lo que hoy día se encuentra habitualmente en internet. Esto es obviamente difícil ya que se trata de un estudio de épocas remotas, basado en crónicas e informes de historiadores. Pero siempre que me ha sido posible, he acudido a los escritos originales a la hora de fundamentar los argumentos.

En la actualidad estos manuscritos antiguos son raros y suelen estar custodiados como tesoros en bibliotecas y museos, aunque también gracias a internet se pueden obtener traducciones y facsímiles de algunos de ellos.

Existen decenas de miles de documentos sobre magia y alquimia antigua esparcidos por las bibliotecas del mundo y revisar todo lo que hay es un trabajo imposible, mas allá del tiempo disponible en una o varias vidas.

De manera que en este espacio reducido me limitaré a estudiar lo que algunos autores dijeron sobre la Gran Obra a lo largo de diferentes etapas de la historia, eligiendo entre los que me han sido accesibles, aquellos que me parecen más emblemáticos en la historia del pensamiento de su época.

RESULTADOS

El concepto de “Gran Obra” puede encontrarse tanto en libros de Magia como de Alquimia, pero aparece más tempranamente en estos últimos.
Al retroceder en el en el tiempo, buscando documentos sobre su origen( o su equivalente latino “Opus Magnum”), la primera mención que encontré fue en la literatura alquímica del siglo XII. Sin embargo aquello a lo que esencialmente se refiere puede verse reflejado en obras de los siglos previos, aunque desdibujado y designado con otros nombres y otras palabras.

A fin de comprender la relación entre el concepto mágico de la Gran Obra y el concepto alquímico de la misma, es preciso remontarse a su origen para intentar entender la relación entre ambos.

LA GRAN OBRA EN LA EDAD ANTIGUA. LA ALQUIMIA Y LA MAGIA EN EGIPTO

Una antecedente importante del tema son los papiros de “Leyden y Estocolmo”, denominados así por las ciudades en cuyos museos se encuentran. Estos dos papiros datan del siglo III y han sido muy estudiados convirtiéndose en referencias importantes sobre los conocimientos mágicos y técnicos de los antiguos egipcios.(1)

Marcelin Berthelot en su obra “Los orígenes de la Alquimia” traduce y analiza el papiro de Leyden , donde pueden leerse una mezcla de ritos mágicos y técnicas metalúrgicas que incluyen descripciones de la crisopeya o fabricación de oro. De ahí extrae la conclusión de que las recetas prácticas que allí aparecen, en su mayoría descriptivas de aleaciones metálicas y formas de dorar a los metales, son una prueba del origen egipcio de la alquimia. (2)

LA ESCUELA DE ALEJANDRIA

Tras la fundación de Alejandría en el siglo III a.c., la ciudad se fue convirtiendo en un foco de sincretismo religioso y cultural griego, egipcio judaico y persa.

Fué en esta época en la que se escribieron las primeras obras de alquimia realmente documentadas.

El primer autor históricamente identificable de textos realmente alquímicos, fue un egipcio, natural de la ciudad de Panópolis, llamado Zósimo.

Su obra contiene suficientes datos para poder fechar su actividad en torno a finales del siglo III y comienzos del IV, lo que le convierte en contemporáneo del papiro de Leyden analizado por Berthelot.(3)

Zósimo en sus escritos no habla de la “Gran Obra” usando literalmente este término, pero sí describe procesos alquímicos que en siglos posteriores se asociarán con el “modus operandi” de la misma.

En siglos posteriores la aparente tolerancia alejandrina a las diferentes culturas comenzó a ser amenazada tanto por conflictos ideológicos como por luchas de poder políticas militares que castigaron duramente a la ciudad, los cuales provocaron que muchos sabios griegos emigrasen a Bizancio.

La combinación de persecución religiosa por parte de los emperadores y de la iglesia cristiana, generó una separación entre la magia y la alquimia, ya que los iniciados se vieron segregados en pequeños grupos secretos, que se mantenían ocultos para preservar su integridad física.

Había magos por un lado y alquimistas por otros, sin la cohesión ideológica entre teúrgia y alquimia que había pertenecido a los anteriores egipcios.

Posteriormente la conquista de Alejandría por las árabes, seguidas de las posteriores invasiones bárbaras en Europa, paralizaron el comercio y la industria y destruyeron toda estructura basada en el saber antiguo

A partir del siglo VII tras la toma de Alejandría por los árabes, éstos se convirtieron en depositarios de la cultura antigua, traduciendo muchas obras del griego al árabe, lo que permitió a la alquimia perdurar durante el Medievo. (4)

LA GRAN OBRA EN LA EDAD MEDIA

En la Edad Media aparece la primera referencia conocida de uno de los más famosos escritos relacionados con la alquimia.Se trata de la Tabla Esmeralda, considerada como un texto esencial de la misma.

En realidad el texto original no se conoce. Hasta nosotros ha llegado sólo en versiones árabe y latina. Como tantos otros escritos la imaginación mítica la ha convertido en un libro escrito nada menos que por Hermes Trismegisto, pero lo cierto es que si bien su origen es preislámico, la más antigua referencia se halla en un escrito musulmán correspondiente al siglo VIII de Dyâbir Ibn Hayyân, también conocido como Geber, que la tradujo al parecer de un texto griego perdido.(5)

En dicha obra tampoco se habla aún literalmente de la Gran Obra, pero hay una referencia que podría correlacionarse con el significado de dicho término, ya que como dije operaciones y conceptos de alquimia antigua se englobaron en etapas más tardías en la categoría de Opus Magnum.
A este respecto menciona: “ una cosa única hecha por reunión de lo superior y lo inferior”, que designa con la palabra Thelesmi:

“PATER OMNIS THELESMI, id est, omnis secreti”.

Respecto al significado de la palabra Thelesmi se ha escrito mucho. Se la ha traducido, como “maravilla”, o “misterio” e incluso se ha asimilado la palabra griega “Thelema” (θέλημα), que significa “voluntad”, siendo acuñada para la Magick por Crowley el siglo pasado.

Por otra parte los escritos atribuidos a Geber eran de carácter muy práctico, cosa habitual en la alquimia árabe. Aunque los alquimistas árabes eran creyentes, sin embargo para ellos la alquimia era cosa de práctica, y no un “don de Dios” como posteriormente se pretendió.
Su análisis del problema de la inmortalidad se reduce a una cuestión de equilibrio entre los cuatro elementos, más fisiológica que religiosa o mística:

“ (Dios) no ha querido que los seres subsistieran para siempre, así le infligió al hombre la disparidad de las cuatro naturalezas , que conduce a la muerte del hombre y a la separación de su alma y su cuerpo”…Como consecuencia si se equilibran las naturalezas en el hombre , una vez obtenido el equilibrio, los seres no se cambian , ni se alteran ni se modifican jamás, de forma tal que no podrían volver a morir.(6)

Este concepto de la alquimia como una manera artificial de perfeccionar a la naturaleza, se prolongará a lo largo de toda la Edad Media hasta llegar a la Edad Moderna. Se podría deducir que alcanzar esta inmortalidad es la idea de Geber sobre la finalidad alquímica y uno de los conceptos clave de lo que posteriormente se llamará “Gran Obra”.

RETORNO DE LA ALQUIMIA A OCCIDENTE

Tras la llegada de las cruzadas entre los siglos XI y XII, los conocimientos antiguos conservados en Oriente volvieron de nuevo a Occidente, pero esta vez enriquecidos con las aportaciones de la cultura árabe. (7)

El conocimiento alquímico árabe, que como se ha dicho era de características muy pragmáticas, hizo rápidamente un sincretismo ideológico con mitología cristiana , siendo éste el germen del misticismo alquímico que se desarrolló en siglos posteriores.

Fue entonces cuando el término Gran Obra comenzó a aparecer en los escritos alquímicos. Así en el siglo XII aparece el Libro de Artephius, donde se puede leer una primera aproximación:

“nuestra agua segunda y viva se llama "Azoth”….. Cuán preciosa pues, y cuán gran cosa es este agua; pues sin ella nunca podría hacerse o perfeccionarse la obra”.(8)

Poco después ya es claramente mencionado en un libro titulado “El Compuesto de los Compuestos”, supuestamente atribuido a Alberto Magno, donde explica:

“Nuestra Gran Obra no es otra cosa que una permutación de las naturalezas y una evo¬lución de los elementos”.(9)

Esta cita, hace hincapié en un proceso de evolución y cambio de los elementos primarios, Tierra, Aire, Agua y Fuego. Como puede verse en esta concepción de la Gran Obra es muy clara aún la influencia árabe.

Con el curso de los siglos el término se va exaltando progresivamente con conceptos místico-cristianos,

En el siglo XIII Ramón Llull (1235-1315) (o el autor pseudo epigráfico del mismo nombre) ya hablaba de la Gran Obra en tono trascendente, aunque un tanto ingenuo e infantil para el gusto de hoy día:

“… por esto con la ayuda y permiso del muy alto, al que plugo revelarme la Gran Obra, hablare de este arte sin ninguna ficción. Pero cuidaos de revelar este secreto a los malos...Porque es un don de Dios,…”(10)

 

LA GRAN OBRA EN LA EDAD MODERNA (S. XV al XVIII)

En este periodo aparecen alquimistas muy conocidos tales como Basilio Valentín, Paracelso y Philaleteo y se consolida la idea de Piedra Filosofal como el resultado final de la Gran Obra, que concede los dones de salud, riqueza y conocimiento.

Los discursos de los alquimistas de esta época son muy místicos y tiene una visión muy global de la naturaleza del universo. Según parece gozaban de una consciencia ampliada e intuitiva que Paracelso llamaba “la luz de la naturaleza” .(11)

Así por ejemplo en el siglo XVI el alquimista Gerhard Dorn hace la extraordinaria declaración:
“ Transmutemini de lapidibus mortuis in vivos lapides philosophicos”.(12)
(“Transmutaos de piedras muertas en piedras filosóficas vivas”)

En cuanto aIreneo Philaleteo es un alquimista peculiar, porque con él se inició la historia de la alquimia en América, la cual que ha jugado un gran papel en el desarrollo contemporáneo de la misma.(13)

 

BIBLIOGRAFIA

(1) Breve Historia de Alquimia.Luis E. Íñigo Fernández. Ediciones Nowtilus S.L. eBook 2010. pag 75
(2) Les origines de l'alchimie. Pierre Eugene Marcellin Berthelot. Paris. George Steinheil editor . 1885
(3) Rodríguez Guerrero M. Revista Azogue; Web log febrero 2010. http://www.revistaazogue.com/blogfebrero2010.htm.
(4) Theories et symboles des alchimistes. Le Grand Oeuvre. Albert Poisson. Bibliottheque Chacornac 1891. Introduccion; pag 1.
(5) Alquimia. Titus Burckhardt. Ed Paidos, Barcelona 1994; pag187.
(6) La tradicion hermetica. Julius Evola. Ed Martinez Roca, 1975; pag 27
(7) Theories et symboles des alchimistes. Albert Poisson. Le Grand Oeuvre. Bibliottheque Chacornac 1891. Introduccion; pag 1.
(8) Artefii clavis majoris sapientiae. París ; 1609
(9) Theatrum Chemicum Vol IV. Compositum de Compositis: Albertus Magnus. Published by Lazarus Zetzner.Strasbourg; 1613.
(10) La Clavicula. Ramon LLull
(11) The Hermetical and Alchemical Writings of Paracelsus. Vol I. Edited by Arthur Edward Waite. Ed Shambala 1976. The Coelum Philosophorum; Pag 16
(12) Theatrum Chemicum. Speculativa Philosophia. Gerhard Dorn. 1659
(13) The History of Alchemy in Americaby Mark Stavish, M.A. 1996, pag 1

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