kether

KETHER

Ar Dhu

«La tradición mágica afirma que el universo es uno,y que ninguna parte del universo está in esse separada de cualquier otra parte.Como escribe el poeta, “Todas no son sino partes de un Todo estupendo”.Todo lo que existe en el universo, por lo tanto,es la expresión de una unidad subyacente que subsiste a través de todas las cosas».

W.E. Butler(Butler. 1982. p.

El Sepher Yetzirah dice de Kether que Éste es el Poder dador de Luz, el que otorga comprensión con respecto al Primer Principio, aquel que no tiene comienzo. También se le describe como la Inteligencia Oculta y la Gloria Primordial (Custer-van Berger. 2010. p.193). Ina Custer-van Bergen sostiene que la Luz de Kether contiene todas las posibilidades del Todo que se crea a sí mismo, y que en Kether sólo hay consciencia, de modo que el universo es construido sobre esta base de consciencia que viene a la manifestación gracias al sustento del Gran In-manifestado(Custer-van Berger. 2010. pp.193-194). Por su parte, manifiesta Dion Fortune que Kether podrá ser para nosotros el Gran Desconocido, pero no es el Gran Incognoscible (Fortune. s.a.e. p.73).

A partir de estas palabras preliminares, es posible sostener que el ser humano, a pesar de sus limitadas facultades y de su desconocimiento con respecto a este Poder Fundamental, tiene posibilidad, eventualmente o mediante trabajo disciplinado, de llegar a conocer algo, cualquier cosa, con respecto a Este dador de Luz. Así, lo primero que nos viene a la mente es la concepción de Kether como un Poder. Un poder puede ser interpretado como una clase de fuerza que ejerce influencia sobre algo. En este caso, esa influencia es proyectada por su capacidad de dar Luz, pero ¿qué tipo de Luz es ésta?, pues, según el Sepher Yetsirah,una que otorga comprensión sobre el Primer Principio, pero también es la Luz de las posibilidades del Todo que se crea a sí mismo.

Este Todo del que se habla no es otro que el mismo Primer Principio, el origen y fuente de todo aquello que ha sido creado mediante la manifestación de la Consciencia Primigenia, cuya simiente se halla en el Gran In-manifestado, pero que viene a lograr su existencia manifestada en Kether, que posee así mismo la esencia natural del anterior. De manera tal que, al actualizarse en la manifestación dichas posibilidades del Todo, que, dicho sea de paso, se crea a sí mismo, entonces se están realizando en acto todas las posibilidades de la creación misma. De estas ideas se saca que el Todo, no es otro que su creación manifestada, y esta última, no es otra que el Todo en sí mismo.

Esta acepción del Todo expresado en la creación y de la creación expresada en el Todo la podemos hallar en el pensamiento deJohn Michael Greer, quien sostiene que a pesar de que Kether y Malkuth se hallen en extremos opuestos del Árbol de la Vida, lo cierto es que conforman parte de un Único Continuum (Greer. 2007. p.351), es decir, que conforman una unidad inescindible, sin soluciones a su continuidad esencial y existencial. Sin embargo, se debe recordar que todos los poderes y relaciones del árbol surgen, dependen y regresan a Kether, porque Éste es la Unidad de la Manifestación. De forma tal que, este continuum no es otra cosa que una unidad en sí mismo, en el que cada uno de los extremos del espectro de la creación manifestada, implica la existencia del otro y, así, sugerir la existencia de una unidad de la creación supone de la misma manera la idea de la diversidad. La unidad de Kether lleva en su interior la posibilidad de la diversidad de la creación y, ésta última, supone en sus entrañas la aprehensión de la unidad fundamental. Podemos de esta forma afirmar que Kether está en Todo y Todo está en Kether. Se trata entonces de un sistema conjunto de vida, interdependiente, entrelazado y auto-suficiente.

Ahora bien, como se había mencionado previamente, en Kether sólo hay consciencia y la creación universal está basada sobre la base de esta consciencia, de modo que, tanto Kether como su manifestación en Malkuth pueden ser considerados como estados de consciencia, mediante los cuales el ser humano es capaz de experimentar la creación universal. Es entonces sobre este nivel de existencia-consciencia que, somos capaces de hallar nuestro lazo más íntimo con la semilla germinal de la creación. Somos en esencia consciencia pura que se ha diversificado, pero que en su seno posee el hilo conductor que nos liga a la Fuente de Vida o Primer Principio, y, a partir de Éste, con la Fuente Fundamental de la Vida, el Gran In-manifestado.

Este Primer Principio es la Esencia Primordial que puede ser aprehendida por el espíritu humano, de modo que esta Luz tiene su base en la consciencia que se entera de su propia esencia y de la razón de su propia existencia derivada aquella. Así, un principio puede ser considerado como aquello que da inicio a otra cosa, como su fundamento, o como su fuente u origen. Pero se trata de un principio que aún cuando es el comienzo de todo lo que existe, por paradójico que pueda resultar, en sí mismo no tiene comienzo. Relativamente a la manifestación, es anterior, contemporáneo y perdurará ante la cesación de ella, pero en sí mismo es Esencia Pura, más allá de las concepciones temporales que encadenan la realidad manifestada. Lo que nos hace suponer que esencialmente, si somos parte sustancial del Todo, la eternidad es nuestro propio substrato esencial. Es por esa razón que es denominada la Gloria Primordial, es decir, la Esencia Primaria a toda realidad manifiesta, pero sobretodo es Realidad Primigenia, porque lleva en su interior el germen que da génesis a la existencia manifestada, la cual deriva su ser de dicha Esencia Primordial, es decir, del Poder Oculto del Ser Puro, de la Inteligencia Escondida que permea toda la creación.

Entonces, Kether tiene su expresión en la manifestación, o en otras palabras, en la realidad manifestada que percibimos a nuestro alrededor; se expresa en su creación, la cual emana de su seno y, si percibimos que el resultado de este proceso de emanación y manifestación es el de los ciclos de la Vida en la Naturaleza y el Cosmos, entonces podemos afirmar que Kether en sí mismo es Viday, la vida del universo y de la naturaleza. Es Vida que se expresa a sí misma en su auto-generación y que condiciona en su esencia a todas las cosas según su propia naturaleza. De modo que, si la naturaleza de Kether es la creación de vida, entonces nosotros mismos somos co-creadores de vida así mismo; si la Esencia Primordial de la Luz de Kether fluye y permea todo el universo, entonces nosotros mismos estamos condicionados por esa Luz y somos esa Luz, que como se había mencionado, proporciona comprensión sobre el Primer Principio de la creación, el cual ha ejercido su influencia sobre la creación del cosmos. Esta comprensión, por su parte, está ligada a la noción de la consciencia que asume una posición ante su propia existencia en el mundo y de su esencia natural o fundamental, y que, por lo tanto, es capaz de aprehender estas ideas.

Hay dos aspectos que es conveniente recalcar, el primero tiene que ver con la idea de una Inteligencia Oculta. La misma sugiere la posibilidad de llegar a desentrañar ese misterio oculto, porque lo que se halla escondido puede, eventualmente o con esfuerzo disciplinado, llegar a ser descubierto o encontrado, y esto se logra gracias precisamente a la Luz de Kether. De manera tal que, esta idea puede ser asimilada como una forma de aprendizaje vitalicio, con el cual se escudriña en las entrañas del misterio para extraer experiencias significativas y valiosas en el proceso de crecimiento espiritual que constituye nuestra carrera por los senderos de la vida. Así las cosas, esta luz de Kether es el símbolo del faro que ilumina el sendero del despertar espiritual, que da forma a todos los niveles de la experiencia vital. A este respecto manifiesta W.E. Butler que el verdadero mago tiene una meta hacia la cual enfocar sus esfuerzos y a la que debe estar atento, a saber: la realización de la verdadera naturaleza de su propio ser (Butler. 1982. p.28). Esta consideración va muy de la mano con la famosa inscripción sobre el templo del oráculo que reza: “Gnothi Se Auton”, o bien, conócete a ti mismo.

El segundo aspecto está relacionado con la noción de esa unidad que lleva en su seno la diversidad y viceversa, es decir, esa diversidad que supone por su existencia la unidad. Si esto es así, entonces ciertamente las cosas y circunstancias de la vida, son no sólo como son, sino que así mismo como deben ser, porque ese es el proceso que han seguido desde su Fuente Original para concretarse en su manifestación y porque esa ha sido la Voluntad del Gran In-manifestado desde siempre. W.E. Butler nos dice que el mago es capaz de ver el Plan Primario sobre el que se forma el ser humano y toda la creación (Butler. 1982. p.28), y que ese plan brilla e irradia Luz hacia todo el cosmos en la forma de belleza y armonía supremas. Eso que se irradia, esa Luz brillante que constituye el poder de Kether, es el ideal sobre el cual el ser de cada una de las formas manifestadas (y por ende el del ser humano)está enraizado y en el cual se halla el sustento de la Vida.

De modo que, la aparente separación que siempre se ha sostenido conceptualmente entre el mundo de la ilusión y el de la verdad, entre la realidad fundamental de la existencia y la apariencia que percibimos, es en sí misma una separación falsa y, por lo tanto, ilusoria como corolario, porque las cosas (y toda la creación en general, en esta realidad manifestada), tal como menciona la autora Nema, son como deberían ser, son necesarias y perfectas en sus respectivos lugares (Nema. 1995. p.85). Desde un punto de vista, Kether, por paradójico que resulte esta idea, es la fuente a la vez de la realidad y de la ilusión (las cuales en última instancia no son sino la misma cosa, es decir, son Kether), pero éstas como todo lo demás que ha sido creado, forman parte del entramado vital de la existencia, por lo que se determinan la una a la otra, como partes de un conjunto entrelazado en toda su configuración. Para esta misma escritora, la mayor bendición que Kether nos prodiga es la asunción de una nueva perspectiva, la perspectiva del Todo (Nema. 1995. p.85), que podemos aprehender y comprender con sus partes constituyente y sus diversas variaciones, las cuales nos son reveladas en sus múltiples y diferentes interrelaciones e interdependencias.

Si ya somos parte del Todo conformado por el Primer Principio de la Vida, si poseemos su Esencia Nutricia, entonces de lo que se ha dicho hasta este punto y de las comprensiones que nos proporciona en torno al Todo o Primer Origen, su esencia y nuestra relación con Él, cabe preguntarse cuál es el propósito de la Magia y si realmente vale la pena practicarla. Esta es una cuestión que tocará a cada quien resolverla por su parte, pero me parece a mí que, si el único propósito de la Magia es la aprehensión de estas nociones y comprensiones, y la asunción de la vivencia correlativa con relación a nuestra naturaleza más íntima, entonces bien vale el esfuerzo de practicar la Magia. Ahora bien, esta vivencia no es otra que aquella que incumbe a cada uno de nosotros vivirá cada momento y, por lo tanto, experimentar, comprender e intimar a lo largo del Sendero de la Vida.

Bibliografía consultada

1-Butler, W.E. (1982). Magia. Su Ritual, su Poder y su Propósito. E-book. Recuperado de http://groups.yahoo.com/group/THOTH HILL/

2-Custer-van Bergen, Ina(2010). The Temple of High Magic. Hermetic Initiations in the Western Mystery Tradition. Destiny Books. United States of North America.

3-Fortune, Dion (s.a.e). The Mystical Qabalah. E-book. Recuperado de http://gnosticfellowship.com/reading/qabalah/mystical.pdf

4-Greer, John Michael (2007). Paths of Wisdom. A Guide to the Magical Cabala. Thoth Publications. Great Britain.

5-Nema (1995). Maat Magik. A Guide to Self-Initiation. Samuel Weiser, Inc. USA.

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