sephirah yesod

LA SEPHIRAH DE YESOD

Protea

El árbol de la vida es un concepto cabalístico que representa un esquema de cómo se manifiesta lo increado, la energía primigenia, en los distintos mundos, y cómo estos están organizados, tanto a nivel macrocósmico como microcósmico.

Está formado por diez sephiroth manifiestas, una oculta y veintidós senderos. Podría compararse a un mapa con 11 ciudades y 22 caminos entre ellos que atraviesa los cuatro niveles de la realidad.

Yesod es el séfira que está nada más emprender el viaje. Después de salir de Malkuth, que es el Reino, y atravesar el Universo, llegamos a Yesod, que suele estar representado de color morado. En hebreo significa Fundamento, y no es por casualidad. De hecho, en este lugar descansa el fundamento de la realidad. De la realidad física, porque en él es donde se forman las imágenes que luego llegarán a ser materia, y de la realidad espiritual, porque en él está el espejo donde se reflejan los más altos niveles del ser.

El espejo es uno de los símbolos de Yesod, así como la Luna el planeta asociado. También tenemos las sandalias y los perfumes. Al hablar de símbolos hay que entender que para la mentalidad moderna las cosas son lo que son. ¿Qué relación hay entre unas sandalias y la luna? Aparentemente ninguna. El pensamiento analógico concibe la realidad como la manifestación de fuerzas invisibles, o, acudiendo a la moderna teoría de cuerdas, como distintos tipos de vibraciones. Una misma vibración sería manifiesta de formas diversas sin perder su cualidad esencial. Esto significa que la madre, la luna y el perfume serían manifestaciones de una misma vibración. Entonces, el estudio de una sefira necesitaría la comprensión de qué formas tiene de manifestación. Al mismo tiempo, esas formas de manifestarse son utensilios, herramientas mágicas que podrían actuar sobre esa energía.

La luna es el planeta asociado a esta sefira. El fundamento de la existencia sobre la tierra parece ser la luna, según las teorías biológicas más aceptadas. La razón de la extraordinaria variedad que la vida ha desarrollado sobre nuestro planeta podría estar relacionada con las mareas que genera el movimiento del satélite. Yesod está en el astral. Del mismo modo que la luna genera mareas sobre nuestro planeta, el mundo astral, que es el que está justo por encima del mundo físico, es el mundo de las mareas. Mareas astrales que atraviesan toda nuestra realidad y la configuran de formas muy diversas. En Yesod uno puede contactar con esas mareas y aprender a navegar sobre ellas, a utilizarlas según la propia voluntad, y a dejarse llevar cuando no hay más remedio.

Las sandalias son la parte de la ropa del mago que cubre el pie y  lo protege en su caminar. Al colocárselas, el mago camina sobre los fundamentos de la realidad.

La teoría afirma que los pensamientos, cuando son cargados con las imágenes y emociones de yesod, pueden llegar a materializarse. De este modo es en este sefira donde está la base de la magia. Esto a nivel macrocósmico. Pero a nivel microcósmico Yesod es también el fundamento de la personalidad. La personalidad es la parte de nosotros mismos con la que nos identificamos, a costa de dejar fuera otras partes que no  reconocemos. Estas partes se convierten en fantasmas que nos acosan, y en Yesod se produce generalmente el encuentro con esos fantasmas. Una de las utilidades del espejo mágico es manifestar esos fantasmas, y vernos a nosotros mismos como realmente somos. Como consecuencia de la no integración de partes propias, esa imagen suele aparecer deformada.

En Yesod también está la sede de la memoria. La personalidad, a nivel psicológico, se forma gracias a la memoria. Es la memoria de todo lo que hemos hecho y lo que hemos vivido la que forma la imagen de nosotros mismos. La asociación del perfume con Yesod no es por tanto gratuita, ya que no hay sustancia que suscite más el recuerdo y con mayor intensidad que los olores.

A medida que se produce el trabajo con el árbol, la personalidad, que debería reflejar la individualidad, se va transformando para estar más en consonancia con la totalidad de nuestro ser.

Otro aspecto de Yesod es la clarividencia. Gabriel es el arcángel asociado a esta séfira, y es el que proporciona la visión interna. El espejo es también un elemento de visión de otras realidades o del futuro, así como la bola de cristal o el espejo negro. Todas ellas formas de adivinación relacionadas con las imágenes. De hecho, Yesod es llamado “La casa del tesoro de las imágenes”, y en esta séfira se encuentra, efectivamente, ese tesoro. Las imágenes previas a la manifestación, todas las imágenes, las corrientes que moldean la conciencia de la humanidad y la individual.

En Yesod es donde nos movemos siempre que imaginamos, visualizamos y soñamos. Es el mundo de los sueños, y la imagen mágica es una bella mujer desnuda, debido a su receptividad, tanto de las energías superiores como de las inferiores. Es, por tanto, un sefira femenino.

La experiencia espiritual de Yesod es la independencia. Por eso se dice que un mago no puede iniciar su entrenamiento hasta que no ha solucionado mínimamente sus asuntos materiales. La conquista de Yesod es la independencia de la inercia de la materia, de la memoria, de la propia herencia, para construir una personalidad que sea fiel a su propia naturaleza, apropiándose de los elementos más beneficiosos que el entorno le haya aportado.

El mayor vicio es la pereza. Existen dos niveles de pereza. El primero antes de conseguir algo. Sería vicio por defecto. Para qué voy a luchar para conseguir algo si sé que no lo voy a conseguir. La independencia económica, por ejemplo, o la independencia emocional. El individuo se queda en la fase infantil y por tanto no conquista la virtud de Yesod. El otro es la pereza por exceso. Ya tengo toda la independencia que necesito. Tengo trabajo, pareja, etc. ¿Para qué ir más allá? Me quedo donde estoy a disfrutar de lo que tengo.

Con respecto a las asociaciones de dioses y diosas, todos los dioses lunares tienen un aspecto yesódico y nutricio, aunque depende del aspecto que trabajemos de cada dios pueden colocarse en distintos sefiroth.

Para terminar, señalar que Yesod es la primera asignatura importante del mago. Encararse con las propias fantasías e ilusiones y aceptar las leyes ocultas que rigen la vida en la tierra no siempre resulta fácil. Al ser el espejo de la mente, todas las comunicaciones que recibimos de espíritus superiores están teñidas por este aspecto de nosotros mismos, y cuanto más claras y más nítidas aparezcan ante nosotros nuestras carencias y virtudes, más capaces seremos de interpretar correctamente las visiones internas.

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